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Un Ribera de Duero distinto, concebido para beber a largo plazo. La bodega los lanza al mercado tras largos períodos de maduración en bodega. Este 2011 fermentó en inoxidable y no entró en barrica hasta junio de 2012. La crianza se realizó en diversas maderas, barrica nueva (47%) y de segundo año (53%), 30% de roble francés y 70% de roble americano durante algo más de dos años. Producción limitada a 29.500 botellas y 500 magnums. Evolución positiva estimada hasta 2030.