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El origen de Uno en Mil está en 1.000 botas de roble americano de aguardientes de vino seleccionados. De ahí su nombre Uno en Mil o 1/1000, que es la manera como se designan a dichas barricas en la bodega. Procede de aguardientes (holandas) de vino de la variedad Airén, destilados a baja graduación en alquitaras de cobre con objeto de conservar intactas todas las propiedades que proporcionan carácter y complejidad al destilado. Envejece luego en botas de roble americano que han contenido vinos de Jerez, concretamente Finos y Amontillados. Se trata de un brandy de características excepcionales, de atractivo color ámbar claro debido a las botas previamente envinadas en finos y amontillados, aromas profundos y suaves dejes de vainilla, con un gusto intenso y prolongado.
