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Desde 1818 y sin interrupción, la elaboración de Rom Pujol se ha mantenido fiel al proceso que exige la obtención de esta generosa y cálida bebida cuyo componente básico es el aguardiente de caña de azúcar. Para obtener al aguardiente con el que se elabora Rom Pujol se seleccionan las variedades de caña más adecuadas, que son cortadas a mano, en su momento óptimo de madurez. Cortada la caña, se le extrae el jugo por medio de grandes molinos. Este jugo se depura mediante procesos muy complejos y delicados. El jugo depurado se hace fermentar lentamente y, destilándolo en alambiques especiales se obtiene el aguardiente de caña. Este aguardiente es madurado en barriles de roble el tiempo necesario para que, por un proceso natural de oxidación desarrolle todo el aroma y características que tanta fama han dado a Ron Pujol.